TODO
SOBRE LA JARCIA
Una excelente colaboración de los Ingenieros
Lerch y De Vedia sobre la fatiga de los Aceros y en otro artículo sobre
la Vida interior de los Aceros, medulosamente desarrollado por el Ing. Pedro
Guilino.
Cables
de Acero: Flexibles 7X9 Idem. Terminales:
Importados: Marca "OS" dinomarres que equipan a los mejores palos del mundo nosotros podemos trular hasta 10mm Servicio: Cambio de Jarcia en 48Hs Cambio de Stay de Proa (enrollador): Tenemos un equipo de gente especializada que realiza los cambios de jarcia a bordo o en tierra con la mayor precisión y experiencia. También realizamos cambios de drizas y cabullería con los materiales importados por nosotros mismos. Trabajos en Cuero - Forramos ruedas de timón tensores y punteras de crucetas, etc. GUARDAMANCEBO
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ESPALDA PARA GUARDAMANCEBO LINEA
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Compartiendo Plenamente los conceptos técnicos expresados por los autores de dichos artículos, nos sentimos obligados a expresar nuestra humilde opinión, desde el punto de vista práctico, ya que a través de los años han pasado por nuestras manos varios kilómetros de cables nuevos y usados, nacionales e importados, galvanizados e inoxidables tanto rígidos como flexibles.
Existe
la creencia de que la jarcia firme, si es de acero inoxidable es eterna, y una
vez instalada hay que despreocuparse de ella, nada más errado.
Tiene un período de envejecimiento, el que varía según
las condiciones de uso y el lugar donde se halla fondeada la embarcación.
A veces largos períodos sin navegar, le hacen más daño,
que un uso moderado en aguas tranquilas.
Los
cables cuando se instalan, son habitualmente brillantes y bien bruñidos,
con el tiempo se forma una pequeña pátina muy delgada, que los
protege de los agentes climáticos.
Cuando las fallas de los cables no provienen de defectos de fabricación
deben buscarse generalmente en los extremos y se manifiestan con más
frecuencia, en las terminales que están cerca de la cubierta, que además
de recibir las salpicaduras propias de la navegación, experimentan una
continua concentración de ácidos y productos químicos,
que se precipitan y concentran por gravedad, formando verdaderos charcos sobre
los terminales, como consecuencia de las gotas de rocío depositadas en
los cables.
Cuando el sol calienta el aire, el agua se evapora, pero las sales y otros productos químicos en suspensión en el aire, cumplen con su proceso destructor, que se agrava con la concentración repetida de los ciclos, hasta que la solución ataca a los materiales por más nobles que sean. Si el ambiente que rodea a la embarcación es nocivo, más rápidamente se notarán los efectos, ya que no es lo mismo un barco fondeado en Mar del Plata con ambiente salino, otro en Dársena Norte, que habitualmente se cubre de hollín, con otro fondeado en Puerto Norte, donde recibe todo el ambiente de combustión de los motores de aviones y autos, que continuamente pasan por la Costanera, comparado con las que se encuentran en un ambiente tranquilo en cualquier marina o club de la costa.
La causa más común de las fallas en la jarcia, es la corrosión, que se manifiesta en las hendiduras de la sujeción, cuando allí se manifiesta oxidación, es el primer aviso de que algo anormal sucede, deberá verificarse también si existen rajaduras o fisuras en las terminales.
Se ha observado en algunas embarcaciones, la existencia de trulocks, cuyo ojo ha sido soldado y a través de los años, se manifiesta un collar de óxido, debe prestársele mucha atención a este hecho, ya que el material se corroe y se torna propenso a la quebradura en este lugar. La corrosión que se muestra en cualquier hendidura, puede originar la picadura del acero inoxidable, agravado bajo condiciones extremas de trabajo, haciéndose más susceptible a la fatiga a la cristalización.
Existen dos lugares claves a revisar, el lugar donde están las filásticas en cualquier sistema de sujeción y donde el trulock disminuye su cuello.
Cuando la corrosión comienza a manifestarse, el acero se expande y puede producir rajaduras, que tienen lugar dentro de la estructura de las terminales, conviene mantener una atención constante, ya que el proceso de corrosión es lento y la falla puede aparecer en los momentos menos propicios.
Existe una
relación estrecha entre corrosión y carga de trabajo.
Debe tenerse cuenta también, los esfuerzos superiores que pueden sufrir
algunos obenques o estay al no trabajar todos en forma armónica, por
definiciones en la puesta a punto del palo.
Otra falla que debe tenerse en cuenta, es cuando el cable se acanasta, ya sea
por defecto de las terminales o por haber recibido alguna deformación
proveniente del roce con un objeto duro (un muelle), o colisión con otra
embarcación.
Es común ver a veces algún náutico que expresa su deseo de cambiar un cable, por haberse cortado una filástica, o se presente con un estay de proa o de popa en estas condiciones, que se lo regaló un amigo y pretende cortarlo para reemplazar un obenque bajo. La filástica cortada es el mejor aviso que tiene el navegante de que hay que reemplazar de inmediato todos los cables por hallarse cristalizados; quizá las condiciones económicas imperantes, no le permitan realizar en ese momento el cambio, pero es prudente por su seguridad, la de sus tripulantes y su mástil que se dedique mientras tanto, a no exponer a su arboladura a grandes esfuerzos.
Lo expresado
aquí para el acero inoxidable, tiene validez también para el galvanizado,
con el agravante de que la vida útil de este último es más
breve, ya que lo oxidación y la corrosión se manifiesta entre
las distintas filásticas que forman el cable.
No queremos dejar pasar por alto, algún comentario sobre la decisión
de poner en la jarcia fija, acero inoxidable o galvanizado, la resistencia de
ambos es similar, depende únicamente de la resistencia del material utilizado
en la construcción de la filástica, ya que se usa habitualmente
una resistencia de 140 a160 Kg. Por mm2 o 175 a 190 Kg por mm2 para la jarcia
fija cordones de 1X19 y para la jarcia de labor cables de 7X19.
175 a 190 por Kg. Por mm2, el conjunto de filásticas reunidas nos da la carga de rotura del cable, que no es el mismo que la carga de trabajo, que por precaución y para no producir fatiga debe ser la cuarta parte.
La conveniencia del uso de uno u otro material, depende del medio en que se navega, pero no debe olvidarse que los terminales que se emplean son siempre de acero inoxidable y absorben el mayor porcentaje de la inversión, radica allí la decisión de poner cables de inoxidable o galvanizado, según los medios que se disponen, que generalmente responden al último esfuerzo para terminar el barco, o sea cuando las arcas están exhaustas. Si pensamos en la inversión a largo alcance, conviene colocar acero inoxidable, por cuanto constituye siempre un mejor valor agregado, cuando hay que vender el barco.
Todos los componentes que conforman tanto los estay como los obenques deben estar perfectamente relacionados a los esfuerzos que deben soportar, que en general están dimensionados a los diámetros de los cables, los trulock, el anclaje del cable y las paredes deben guardar una proporción justa, al igual que los pernos, las burdas y los tensores, de lo contrario, cualquier falla en la relación actúa de fusible.
Debe tenerse especial cuidado en embarcaciones de construcción metálica, evitando la corriente galvánica, que puede deteriorar en poco tiempo la jarcia.
En las drizas no debe utilizarse nunca cable de acero galvanizado de construcción 6X19+1 textil, por cuanto se deteriora más rápidamente, ya que al humedecerse la fibra textil, constituye un factor de corrosión que afecta por dentro al cable, además tienen menos resistencia y con la carga de trabajo se suele aplastar deformando el cable, con lo que adquiere la tendencia a enrularse y hacerse cocas. Además la colocación de Nicoprés, sobre cable con alma textil, no ofrece mucha seguridad, por cuanto la fibra textil, usada como alma, no ofrece la resistencia del alma de acero y puede producirse el corrimiento del terminal.
Durante los primeros años de instalada la arboladura, es raro que se observen daños, pero alrededor de los 10 años ya comienza a entrar en el periodo critico, dependiendo del lugar de fondeo, del medio en que se ha navegado y de los esfuerzos a los que se ha sometido.